Es normal subir el ampli o tocar más fuerte para escucharse mejor, pero ésto puede hacer que un compañero tuyo no se entere y haga lo mismo que tú. En esta “pelea” es normal acabar ensayando a volúmenes muy altos, y después de una sesión de ensayo, es frecuente que piten los oidos.
Normalmente se pasa en unas horas, o quizás al día siguiente, pero puede ser (y aquí empezaría lo malo) que uno de esos pitidos no se fuese en unas horas, ni en unos días, sino que te acompañe el resto de tu vida.
Ese pitido, zumbido u otro tipo de sonido, se llama Acúfeno o Tinnitus.
El Acúfeno no es una enfermedad, sino un síntoma, y puede ser que ciertas medidas alivien la presencia, como un analgésico con respecto a la fiebre. Cuando se produce un Acúfeno por un exceso de volúmen, suele venir acompañado de una pérdida de capacidad auditiva en frecuencias agudas.
Si no se toman medidas, los Acúfenos se pueden seguir agravando, el ruido será constante y cada vez más fuerte, no dejando dormir, concentrarte, e incluso mantener relaciones sexuales.
El tema es bastante serio y si crees que puedes estar padeciendo uno conviene acudir al médico lo antes posible.
Si vais a ensayar durante más de 2 horas, no conviene pasar de 90dB de presión sonora.
Una exposición de 8 horas a 80 dB SPL equivalen a 15 minutos de exposición a 95dB SPL o sólo 2 minutos de exposición a 104 dB SPL.
Que un grupo o músico invierta en un medidor de decibelios o sonómetro es una de las mejores inversiones que se pueden hacer para seguir disfrutando de la música muchos años más.