En el proceso de grabación, la mayoría de los juicios y ajustes del sonido se hacen en función de lo que se está oyendo a través del sistema de monitores.
Los altavoces son uno de los eslabones más débiles en la cadena de audio por la no linealidad de su respuesta de frecuencia y porque, cuando se combinan con el carácter acústico de la habitación donde se encuentran pueden resultar en grandes subidas y bajadas en la respuesta de frecuencia que llega hasta la posición de escucha.
Unos mismos monitores desarrollarán una respuesta de frecuencia distinta en cada una de las habitaciones donde se coloquen, por ello es muy importante tener en cuenta las condiciones acústicas de la sala a la hora de elegir bien unos monitores.
En función del uso (o tamaño) los monitores podemos dividirlos en:
- Monitores de campo cercano.
- Monitores de campo medio.
- Monitores de campo lejano.
También podemos dividirlos en
- Monitores activos (si incorporan etapas de potencia).
- Monitores pasivos (si necesitan amplificación externa).
Auriculares
Los auriculares son también una herramienta de monitoraje útil porque reducen por completo la acústica de la sala y permiten al ingeniero o productor oir sólo lo que se está grabando. También permiten localizar una fuente de sonido en una posición específica dentro del campo estereo, lo que facilita la mezcla.
Generalemente, en un estudio de grabación hay disponibles dos o más métidos de monitoraje.