A la hora de grabar cualquier instrumento, nos preocupamos de que haya el menor ruido posible, que el micrófono capte exáctamente el sonido que queremos, que la ecualización nos deje convencido… ¿y ahora a qué volumen (nivel) grabo?
– Si ajustas el nivel demasido bajo, y la señal que entra en el multipistas (analógico o digital) es demasiado débil, la relación señal-ruido disminuirá, y el ruido de fondo será más presente. Ésto no mola.
– Si apuramos mucho la ganancia y resulta que durante la grabación el músico toca (o canta) más fuerte, la señal satura, y tendremos unos clips que nos arruinarán la toma.
Aunque parezca coña, préstale atención a este segundo supuesto, porque ahí hay un temita bueno.
Cuando satura la señal en un multipistas analógico de calidad, esa saturación puede resultar incluso agradable, o darle un poco de aspereza al sonido. Ésta técnica se realiza a menudo con grabadores analógicos, precisamente para buscarle ese “toque”.
Si en un grabador digital, tarjeta de sonido, convertidor A/D o cualquier otro tipo que quiera inventar el hombre, la señal pasa de tener una forma sinuoidal a tener un corte o aplastamiento en los picos de las ondas.
Un clip de esos, en una de las pistas y como cosa excepcional en una canción, pues mira, no es lo suyo, pero a veces ocurre, y seguramente ni siquera te darás cuenta de que está ahí.
Cuando tienes muchos clips de esos, cada uno con su saturación, te darás cuenta de que hay “algo” ahí que hace que el sonido “chisporrotee”.
Ahora qué, a masterizar, ¿no?.
Cuando empiezas a comprimir para ganarle unos dB´s más para que suenen a un volúmen más comercial y deje de parecerse a una maqueta, lo primero que vas a subir son los picos esos aplastados que tenemos a lo largo de toda la canción. Ese chisporroteo ya hace que la mezcla suene áspera, y llega un momento en el que directamente suena mal.
¿Y ésto cómo va a ser? ¿si todavía no suena lo suficientemente alto?
Esta grabación ya no tiene remedio.
Para la siguiente vez, deja un poco de márgen a la hora de grabar.
Pídele al músico que toque la parte del tema donde más volúmen va a producir (generalmente los estribillos).
A un batería dile que le de al bombo como si le debiera dinero. Lo mismo con el resto de los elementos.
PEEERO… cuando un músico está probando, todavía no se encuentra en “su salsa” y en ese momento puede no estar dando el 100%, total, está probando sonido, ¿no?.
Ajusta las ganancias para que esos picos lleguen en los medidores (del software, conversores, tarjeta, etc) como mucho en -18dBFS.
Ahora mismo pensarás que estás desaprovechando rango dinámico, pero espérate un momento… mezcla el tema y empieza a comprimir en la masterización.
Qué… ¿a que mola?