El monitoraje campo lejano implica oir a través del par de monitores principales del estudio. Estos altavoces se pueden montar a nivel de la pared de la cara frontal del estudio, o en pie en la sala de control.
Este método de monitoraje es común en la gase de grabación, puesto que los altavoces son a menudo altavoces de referencia de estudio y son generalmente más difíciles de estropear en caso de que se produzca un accidente de un micrófono o el cantante quiera cabrearte gritándole al micrófono. Además, el resto de componentes de la banda quedarán más satisfechos al escuchar unos altavoces grandes que unos pequeños.
El monitoraje de campo lejano a menudo proporciona el sonido de estudio más exacto cuando la sala y la ecualización realizada a las escuchas se han hecho acorde con el sistema de monitores elegidos.